LA HISTORIA DE JUANA LA LOCA
El día 23 de febrero de 1500 por la tarde, Juana solicitó un cita con una de las damas de la corte (Antonia) que, era su fiel amiga hasta ahora. Juan siempre le solía pedir Antonia que vigilara a Felipe. Desde siempre han tenido una mutua relación entre ellas, no obstante siempre había algún que otro problema entre ellas; pero a pesar de eso Juana no tenia otra persona de quien fiar-se. Aquella misma noche Juana y Felipe tuvieron un seria discursión, Felipe le confesó que había tenido un pequeña relación con una de sus damas. Pero le prometió que no volvería a pasar y que se
olvidara de lo ocurrido. Juana le solicitó Antonía al día siguiente 25 de febrero que acudiera a la fiesta para vigilar constantemente a su marido Felipe, ya que por lo sucedido y su estado no estaba en condiciones. La noche fue tranquila , pero dentro de Juana algo le decía que no todo iba bien como ella imaginaba. Felipe no se encontraba junto a ella y eso le hizo enloquecer aún más. Debido a esa situación, Juana no tuvo otro remedio que dar a luz en unos de los retrete del palacio de Gante. Después del nacimiento de su hijo Carlos, Juan volvió ala fiesta, al no encontrar a su marido empezó a preguntar si alguien lo había visto; pero todos los invitados incluyendo a sus amigos le dijeron que no, que no sabían dónde estaba ahora Felipe. Al no encontrar a su marido regresó a sus aposentos. Allí dejó a Carlos y decidió ir a buscar a su fiel amiga para que le ayudara a buscar a Felipe. La buscó durante más de una hora; pero no la encontró y empezó a cansar-se de buscar, así que decidió irse a dar un baño y acostar-se y cuando su marido llegarse le preguntaría, dónde había estado y que había hecho. Fue al baño e intentó relajar-se ; pero no podía... Al acabar de bañar-se fue para su habitación y cuando entró encontró a su marido sin ropa encima de su amiga Antonia, que tampoco tenía ropa. Juana no se lo podía creer, era Antonia la que mantenía una relación con Felipe de la cual era su fiel amiga. Enfurecida por los celos cogió todo aquello que encontraba y se abalanzó sobre ella. Su marido intentó parar-la; pero no pudo conseguir-lo y tras una feroz pelea de la cual Juana salió victoriosa, su amiga salió de la habitación con la ropa en las manos, la cara ensangrentado, el cuerpo lleno de arañazos y lleno de golpes. Juana aún enfurecida discutió con su marido y le hizo prometer que no lo volvería hacer; pero su marido siguió inclupliendo sus promesa.
olvidara de lo ocurrido. Juana le solicitó Antonía al día siguiente 25 de febrero que acudiera a la fiesta para vigilar constantemente a su marido Felipe, ya que por lo sucedido y su estado no estaba en condiciones. La noche fue tranquila , pero dentro de Juana algo le decía que no todo iba bien como ella imaginaba. Felipe no se encontraba junto a ella y eso le hizo enloquecer aún más. Debido a esa situación, Juana no tuvo otro remedio que dar a luz en unos de los retrete del palacio de Gante. Después del nacimiento de su hijo Carlos, Juan volvió ala fiesta, al no encontrar a su marido empezó a preguntar si alguien lo había visto; pero todos los invitados incluyendo a sus amigos le dijeron que no, que no sabían dónde estaba ahora Felipe. Al no encontrar a su marido regresó a sus aposentos. Allí dejó a Carlos y decidió ir a buscar a su fiel amiga para que le ayudara a buscar a Felipe. La buscó durante más de una hora; pero no la encontró y empezó a cansar-se de buscar, así que decidió irse a dar un baño y acostar-se y cuando su marido llegarse le preguntaría, dónde había estado y que había hecho. Fue al baño e intentó relajar-se ; pero no podía... Al acabar de bañar-se fue para su habitación y cuando entró encontró a su marido sin ropa encima de su amiga Antonia, que tampoco tenía ropa. Juana no se lo podía creer, era Antonia la que mantenía una relación con Felipe de la cual era su fiel amiga. Enfurecida por los celos cogió todo aquello que encontraba y se abalanzó sobre ella. Su marido intentó parar-la; pero no pudo conseguir-lo y tras una feroz pelea de la cual Juana salió victoriosa, su amiga salió de la habitación con la ropa en las manos, la cara ensangrentado, el cuerpo lleno de arañazos y lleno de golpes. Juana aún enfurecida discutió con su marido y le hizo prometer que no lo volvería hacer; pero su marido siguió inclupliendo sus promesa.
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